1º Simposio Regional

Neurología pediátrica:

¿Tu hijo/a necesita

Neurología pediátrica?
Neurología pediátrica

¿En qué consiste?

Un Neurólogo infantil o Neuropediatra es un médico que maneja los trastornos y enfermedades neurológicas que comprometen el cerebro, la médula espinal, los músculos y los nervios. Estudia la maduración del sistema nervioso y la adquisición progresiva de sus capacidades, presta especial atención al neurodesarrollo y a las interferencias que sobre éste causan diferentes condiciones o enfermedades. También evalúa dificultades de aprendizaje y problemas de conducta.

La consulta de Neurología infantil está dirigida a la prevención, diagnóstico, manejo y rehabilitación de los diferentes trastornos del desarrollo neurológico del niño y el adolescente.

¿Quién puede acceder a este servicio?

Está diseñado para la atención de la población infantil desde los 0 hasta los 18 años. Se recomienda una valoración por un Neuropediatra a cualquier niño desde recién nacido y hasta la adolescencia en los siguientes casos: 

  • Convulsiones o epilepsia.
  • Dolores de cabeza.
  • Retraso en el desarrollo.
  • Autismo o síndrome de Asperger. 
  • Trastornos del sueño. 
  • Trastornos del control motor o neuromusculares: parálisis cerebral, movimientos anormales, enfermedades neuromusculares, tics o síndrome de Giles de la Tourette.  
  • Problemas de aprendizaje y de conducta: déficit de atención e hiperactividad, dislexia, déficit cognitivo. 
  • Enfermedades o síndromes  genéticos que hacen que esos niños se desarrollen en forma diferente a los demás.
  • Problemas autoinmunes que afectan el sistema nervioso central, los nervios o los músculos. 

​También deben ser valorados por un Neuropediatra los recién nacidos y niños que tengan factores de riesgo para alguna condición neurológica, aún cuando no sean evidentes, como son: 

  • ​Bajo peso al nacer
  • Prematuridad.
  • Hipoxia perinatal.
  • Hemorragia intracraneana.
  • Alteraciones en el tono muscular.
  • Crisis convulsivas.
  • hiperbilirrubinemia (Ictericia.
  • Antecedente de infecciones por toxoplasmosis, rubéola, citomegalovirus (TORCHS) o Meningitis, entre otros.

Ante cualquier otra manifestación en la que se sospeche que el sistema nervioso puede estar involucrado.

¿Cómo es nuestra metodología de atención?

La valoración se hace mediante una consulta médica y la principal herramienta es la información que proporcionan los padres, cuidadores o las personas que interactúan con el niño a diario. Durante la consulta se recoge la información sobre las características del problema o motivo de consulta,  se indaga sobre el desarrollo del niño, desde el embarazo hasta la actualidad  y los antecedentes familiares que puedan estar relacionados con patologías neurológicas. 

Luego se realiza la exploración clínica o examen físico, con particular énfasis en las funciones del sistema nervioso. Con base en lo anterior el neurólogo realiza una conclusión diagnóstica y plantea un plan de tratamiento, se le dan las indicaciones y recomendaciones necesarias a los acudientes o familiares fomentando un trabajo conjunto para el bienestar del paciente.

El tratamiento puede ser farmacológico con el uso de medicamentos o no farmacológico como por ejemplo terapias con otros profesionales como psicólogos, neuropsicólogos, terapeutas ocupacionales, fonoaudiólogos, fisioterapeutas, etc.

A medida que el campo de la neurología infantil se amplía, algunos neurólogos se vuelven aún más especializados y tienen áreas más específicas de conocimiento. A veces es posible que se remita el paciente  a un neurólogo con un área de interés específica, como uno que trate principalmente a niños con epilepsia refractaria, espasticidad, trastornos del sueño, enfermedades metabólicas o neuromusculares.  

Con frecuencia el médico puede solicitar diversas pruebas o exámenes, que le ayuden a entender un poco mejor cómo están las estructuras y cómo está funcionando el sistema nervioso. Estos estudios pueden ser: electroencefalograma, videotelemetría, polisomnografía, resonancia magnética cerebral o de columna, rayos x y pruebas de laboratorio. 

Además, se hace seguimiento de la evolución del proceso en consultas de control, cuya frecuencia depende de las necesidades del paciente.

¿Cómo acceder al servicio?

El paciente es remitido a neurología infantil  por otros profesionales como el médico general, el pediatra u otros especialistas.

Hay diversas formas de acceder a la consulta:

  • Como usuario del régimen contributivo (EPS).
  • Régimen subsidiado.
  • Póliza de prepagada SURA.
  • Consulta particular.