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¿Cómo estimular a un recién nacido?
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En los tres primeros meses los sentidos de la visión, el tacto y la audición se muestran como los grandes canales de
conexión con el entorno. Durante este tiempo la vista del bebé responde mejor a objetos que le
ofrezcan contraste (blanco y negro/ luz y oscuridad) y ante el movimiento de estos mismos. Por eso tu rostro,
en contraste con el cabello o el movimiento de tus ojos y la boca, serán un excelente foco de atención para
él o ella. A partir de los tres meses comenzarán a mirar sus manos y podrán seguir un objeto con
movimientos circulares. También en esta etapa, el bebé recién nacido reconoce la voz de la madre y de las
personas que le cuidan. Así pues, entre una toma y otra del alimento, y el cambio de pañal, puedes jugar
con él.

Algunas actividades son:

  • Estando boca-arriba, seguir objetos con sus ojos, mientras los mueves lentamente en sentido
    horizontal y vertical a una distancia no mayor a 30 cm.
  • Prender y apagar la luz de la habitación. También puedes motivarlo que siga tu rostro con los mismos
    movimientos.
  • Hacerle muecas; si te pintas los labios con un color llamativo o incluso te aplicas escarcha en ellos y
    también en tus ojos, te prestará más atención.
  • Cargado contra tu pecho, puedes poner canciones infantiles y bailar llevando el ritmo. El sistema
    vestibular (sistema del movimiento) aprenderá a reconocer velocidades y cambios de posición en
    relación con la gravedad.
  • Con sonajeros, tambores, silbidos, hacerlos sonar en diferentes posiciones (a los lados, arriba) y
    observar si detiene sus movimientos e incluso si intenta localizar el sonido, girando su cabeza hacia
    donde este se haya originado.
  • Ponerle en la manito diferentes objetos livianos, de diversas texturas, que estimulen su sentido del
    tacto. Pueden ser motas de algodón, una toallita facial, juguete cilíndrico frio o incluso uno que hayas
    calentado con agua tibia. Son muchos los elementos que puedes encontrar en tu casa que te sirvan.
  • Es importante también, bajo vigilancia de un adulto, acostar ocasionalmente a los bebés boca abajo,
    varias veces durante el día, pero cuando empiece a pujar, es hora de ayudarlo a voltearse cuando no
    logre hacerlo solo (el girar lo logran sobre segundo o tercer mes). La posición boca abajo es la que
    debemos estimular en esta etapa, esta es la base para el desarrollo de toda la musculatura que le va
    a ayudar a girar, sentarse, gatear y luego caminar; se debe iniciar la tolerancia a esta posición desde
    pequeños periodos y procurando siempre que sus coditos estén debajo de su pecho, cargando su
    propio peso.